lunes, 28 de febrero de 2011

Competencias básicas en EI ¿SI o NO?

La Ley Orgánica de Educación introduce, como novedad importante, en la definición del currículo el término Competencias Básica. Así, la definición nos dice: “Se entiende por currículo el conjunto de objetivos, competencias básicas, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada una de las enseñanzas reguladas en la presente ley” (artículo 6.1)

Por su parte, el Real Decreto (1630/ 2006), que establece las enseñanzas mínimas en Educación Infantil, dice: “En esta etapa educativa se sientan las bases para el desarrollo personal y social, y se integran aprendizajes que están en la base del posterior desarrollo de competencias que se consideran básicas para todo el alumnado”.

Por todo ello, se entiende por Competencia Básica la capacidad del niño/a de poner en práctica, en contextos y situaciones diferentes, tanto los conocimientos teóricos, como las habilidades o conocimientos prácticos, así como las actitudes. El concepto de competencia va, más allá del saber estar y del saber hacer o aplicar ya que incluye además el saber ser o estar.

La Ley Orgánica de Educación recoge en su texto la implantación de la metodología de las competencias básicas y el desarrollo de éstas en los discentes. La irrupción de las competencias básicas en nuestro sistema educativo es una realidad que actualmente está incitando al cambio en éste, a favor de la búsqueda y consecución de un aprendizaje más funcional en nuestro alumnado.

Sin embargo ningún texto legal recoge de forma explícita la consideración de las competencias en la Educación infantil. Tan sólo se hace mención a la competencia comunicativa de los niños y niñas en esta etapa. Pero aunque la normativa aplicable en Educación Infantil no concreta su tratamiento en esta etapa, su inclusión se lleva a cabo de forma implícita en los enunciados que componen los bloques y las áreas de conocimiento.

Se adquieren y mejoran a lo largo de las diferentes etapas educativas y constituye la base de un continuo aprendizaje a lo largo de toda la vida. Para adquirir las competencias tendremos que enfrentar a los alumnos a la resolución de tareas que estén relacionadas con situaciones de su vida cotidiana. Estas tareas o situaciones didácticas estarán basadas en los objetivos (una competencia puede estar relacionada con distintos objetivos), los contenidos de dichos objetivos, la metodología (en cuanto al diseño de actividades, ritmo de maduración de los alumnos, sus características, necesidades e intereses, el contexto donde se van a desarrollar).

Resultaría curioso pensar que no se tratan las competencias en Infantil, cuando precisamente es ésta la etapa en donde se modelan los prerrequisitos necesarios para futuros aprendizajes de creciente complejidad; aquí siempre se ha trabajado para que el niño vaya desarrollando su psicomotricidad y su creatividad así como un conjunto de habilidades y destrezas, que le será imprescindible en el futuro para tareas más elaboradas. Puede que sí, que tal vez se incluya como novedosa la competencia digital, que toma especial relevancia en el último curso del segundo ciclo, pero las otras ocho se llevan tratando “desde siempre".

Con la educación en competencias se pretende que el niño sea el protagonista de los procesos de aprendizaje, se pretende partir de sus ideas básicas, intereses y capacidades y contextualizarlo en su entorno inmediato.


En el marco de la propuesta realizada por la Unión Europea, y de acuerdo

con las consideraciones que se acaban de exponer, se han identificado ocho

competencias básicas:

1. Competencia en comunicación lingüística

2. Competencia matemática

3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico

4. Tratamiento de la información y competencia digital

5. Competencia social y ciudadana

6. Competencia cultural y artística

7. Competencia para aprender a aprender

8. Autonomía e iniciativa personal

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